Cierto

3:09

creo que la voz que sale de mi pecho aúlla,
sangra fuego inviable, en el tiempo, en los cactus.
sigo adosado al final del principio, donde todo termina, y no encuentro
la quietud de la gracia escénica, en perdidos espacios que me doblan las manos
sigo girando hacia mi cuerpo, donde descansa el infinito,
donde duerme, también, la tristeza
acaparo mis señales hasta que en algún momento aparezcas
y hay estragos, no hay definiciones eclécticas en mis aversiones
pululo como orgía, como la lava, agitando mis pasos, tiembla...
y todo se mueve, todo se golpea, todo se estorba, se apuntala
no hay roces de extremidades sedadas, sólo inicio, partida de la purulencia
y voy, exasperado mis lechuzas en los barcos de la tierra, el sitio
y me amparo en el silencio, los ripios, anquilosado
urgiendo un sin fin, una nube pasajera que cubra el sol que me quema...
me acompaña mi cuerpo,
se atoran mis manos, nazco de nuevo,
y el gemido de la venganza se ahonda, con cada nuevo final
y recomienzo, me hundo de nuevo, hasta los pies, y disparo
flechas de sangre, miel, un corazón irritable,
sedimentos de mis pasos,
en la carne de la niebla.