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si existiese un nombre
una modalidad absurda y aparente de llamarlo
si hubiera una oportunidad de alcanzar
los huesos que se me han caído
una feria de cisnes sin cuello
lunas sin sol
cólera franjeada a la impericia helada
balbutrines estéticos como apuntando
celebrando en el mismo lugar, encarnado
encarnada
ese brebaje de sustancias,
de eso hablo,
de la unidad probada para eclipsar
los injertos metafísicos de piel
si hubiese un nombre para ceder,
volvería a buffear en la necesidad de comparar
aniquilando ambas manos
soltando esos lugares extraños, habituales,
perdidos en la ceguera de caerse
de frenar con la suela de las zapatillas
nunca he escrito a que sabe el sabor,
a que huele la muerte,
cómo se hunde el viento en la cloaca
si hubiese un nombre, lo perdería,
lo renegaría, lo absorvería en mis lupas destructivas
aderezaría el oscuro pasaje al frontis con plianzas
me enervo en cinco innumerables minutos inmedibles (sic)
como partiendo pero sin irse,
como gimiendo pero sin sonido
sin látex del corazón pediculoso.
si eso existiera yo sería lo que dicen
y me llamaría ombre sin ambre (sic)
se entendería el noxizutal sin la necesidad de (sic)ear
podría vender refranes felices y canciones de cuna
canciones odiosas que no hablan de nada,
o que hablan de revelarse contra tu sistema (linfático)
si existiese la federicia, la imovufrecia, los hiresánticos,
la pierdadera, motriles, nolomíndreos, blutafunas...
todas las cosas que siempre imagino,
las cosas intangibles inconexas injuriosas,
la necedad de ser necio.
si existiese ese cinismo,
esa clase de cinismo...

 

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